Vivir cada momento en la plenitud de Dios

miércoles, 29 de octubre de

Conoci el ideal y de inmediato me atrajo mucho. La realidad más importante para mí, durante este congreso, fue el redescubrir a Jesús Abandonado. Antes vivía más bien superficialmente y lo aceptaba para luego sentir alegría. Me di cuenta de que me estaba equivocando en todo. No debía instrumentalizarlo, solamente amarle y nada más. Descubrí que Jesús Abandonado es la clave de la unidad con Dios y quiero elegirlo como mi primer esposo y prepararme para cuando llegue. Para seguirlo!. ¡Entendi que puedo encontrarlo en los olvidados, los ateos, y que yo debo amarles de modo especial, sin intereses!

 

He redescubierto el Evangelio bajo una nueva luz. Me di cuenta de que yo no era una verdadera cristiana porque no vivia plenamente. Ahora quiero hacer de este maravilloso libro mi único propósito en la vida. No quiero y no puedo permanecer analfabeta acerca de un mensaje tan extraordinario. Como es fácil para mí aprender el alfabeto asi debe ser también vivir el Evangelio. He redescubierto esta frase que dice: “Dad y se os dará” Tengo que aprender a tener más confianza en Jesús y creer en su inmenso amor. 

Durante este período, las oportunidades para abrazar mi esposo ciertamente no han faltado, de hecho desde una semana tengo una fiebre muy alta y esto, siendo ya débil, me debilita aún más, pero son todas ocasiones de amor para estar aún más enraizada en Dios. Ofrezco mi todo para que el Espíritu Santo otorgue a los jóvenes sus dones de amor, luz y paz, para que todos comprendan el don gratuito e inmenso que es la vida y cuanto es importante vivir cada momento en la plenitud de Dios. Me siento tan pequeña y el camino por delante es tan difícil, y a menudo me siento agobiada por el dolor! Pero es el Esposo que viene a visitarme. Sí, yo repito: “Si tú lo quieres, Jesús, yo también lo quiero.”

 

Aquí todos piden el milagro, pero yo no logro pedirlo. Tal vez mi dificultad en preguntarle es que me parece que no está incluido en su voluntad. Ofrezco todo, mis fracasos, mis penas y alegrías a Él, recomenzando cada vez , la Cruz, hace sentir todo su peso. Lo importante es hacer la voluntad de Dios. Yo tal vez tenía mis planes, pero Dios pensó a esto. La enfermedad me llegó en el momento adecuado… Pero ustedes no podrían ni siquiera imaginar como es ahora mi relación con Jesús … Siento que Dios me pide algo más, más grande. Tal vez podría quedarme en la cama durante años … no lo sé. A mí me interesa sólo la voluntad de Dios, hacer bien esto, en el momento presente: estar en el juego de Dios. 

 

Salí de vuestras vidas en un instante. ¡Oh, cómo hubiese querido parar ese tren que me alejaba siempre más y más! Pero aun yo no entendía. Estaba absorbida en cosas insignificantes, triviales y efímeras. Otro mundo estaba esperando por mí, y no me quedaba otra que abandonarme. Pero ahora me siento envuelta en un hermoso diseño que poco a poco se revela.

 

 

De las cartas de la beata Chiara (Clara) Badano

Beata laica de 19 años (1971-1990

 

Oleada Joven