Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. No así el asalariado, que no es el pastor ni las ovejas son suyas. Cuando ve venir al lobo, huye abandonando las ovejas, y el lobo las agarra y las dispersa.
A él sólo le interesa su salario y no le importan nada las ovejas.Yo soy el Buen Pastor y conozco los míos como los mios me conocen a mí, lo mismo que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Y yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.
Palabra de Dios
Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno
Queridos hermanos y hermanas, hoy martes 4 de noviembre, es la fiesta de san Carlos Borromeo, leemos en este evangelio del día a Jesús que se nos presenta como el Buen Pastor, que da la vida por las ovejas. Como aquel que conoce a sus ovejas y las ovejas lo conocen a Él. Estamos llamados a descubrir que el Señor nos conoce y dejarnos descubrir por el Señor. El Señor que nos conoce sabe cual es en cada uno de nosotros el punto por medio del cual podemos serle fiel a Él y poder desde Él servir a nuestros hermanos.
Por eso el Señor que nos cuida, que nos proteje, que no nos abandona nos llama a que también nosotros seamos pastores los unos de los otros, que nos cuidemos, que nos contengamos, que estemos animados por la fuerza del Espiritu Santo para descubrir que la felicidad esta más en dar que en recibir.
San Carlos Borromeo también nos enseña que estamos llamados a crecer en la conciencia de que el Señor siempre esta a nuestro lado y a dejarnos formar por quien lleva a pastar por verde praderas.
Tengamos siempre la atención en esta seguridad de que Dios nunca nos abandona.