El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes.A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida,el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos,pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores.
El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. ‘Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado’.‘Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor’.
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: ‘Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado’.‘Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor’.
Llegó luego el que había recibido un solo talento. ‘Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido.Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!’.Pero el señor le respondió: ‘Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido,tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez,porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes’.
Palabra de Dios
P. Raúl Gomez
Nuevamente la palabra del Señor nos convoca en este domingo 33 durante el año. Y estamos cerquita del tiempo de Adviento, del tiempo de la esperanza, del tiempo de la venida del Señor.
En este evangelio de San Mateo, el Señor nos invita a contemplar su palabra “La luz de las parábolas”. Bien sabemos que las parábolas es el método que utiliza Jesús para poder hacer que el mensaje llegue a todos, para que su mensaje sea comprendido por todos. Por eso es la universalidad del mensaje del Señor.
Compartimos, en este evangelio la “Parábola de los Talentos”, Jesús le habla a los discípulos siempre con actitud de Maestro, del Maestro que sigue enseñando a sus discípulos. Y les pone comparación del Reino de lps cielos, que es como un hombre que, cuando va a salir de viaje, toma a sus servidores y le confia sus bienes. A uno le da cinco talentos, a otro dos y a otro un talento. Nosotros podiamos detenernos hoy en esta palabra, en este día y tratar de preguntarnos, de preguntarle al Señor, si todavía no podemos descubrir ¿Cuáles son nuestros talentos? Preguntarle a Dios ¿Qué talentos tiene reservado para nosotros? Y si lo hemos podido descubrir, poder hacerlo producir y ponerlo al servicio del Señor.
Para uno quizás, su talento estará enfocado en la simpatía, en la alegría, compartir con el buen humor, para otros quizás, el talento sea ser anunciadores de la palabra, a ser predicadores, para otros será la prudencia, el trabajo silencioso, de bajo perfil, para otros será la música, el canto. Podriamos descubrir muchos talentos en la diversidad de nuestra Iglesia. Por eso también, la Iglesia tiene muchos carismas que son talentos que se hacen para producir, para que dé frutos abundantes y que para cuando venga el Señor, este contento con cada uno de nosotros que somos sus servidores.
Sabemos que, no todos, de repente saben aprovechar del talento, no todos saben poner el talento al servicio de la comunidad, el servicio al Señor y muchas veces quizás, también a nosotros nos puede pasar como a ese hombre que recibio un talento. El que recibió “cinco talentos” los hizo producir y produjo cinco más, el que recibio “dos “, dos más y se los dio al Señor. Y entonces, el Señor, le dijo a cada uno de estos servidores: “Buenos y fieles, se que han sido fiel con lo que el Señor te ha dado, ven a participar de la gloria de Dios. Servidor fiel y prudente, tú que has sido fiel en lo poco, también se te encargará mucho más. Pero, por ahí aparece la mezquindad, aparece la falta de confianza, la inseguridad y el miedo, también nos puede pasar a nosotros, como a ese servidor q recibe 1 talento. Tuvo miedo, enterro ese talento, no lo hizo producir, se quedo en su pensamiento, en su egoísmo, por lo tanto, cuando vino su Señor y le pidio el talento, le dijo: Se que cosechas donde no has sembrado”, le dice el servidor: “Tuve miedo” y el Señor, ahí con su palabra fuerte le dijo: ¡Servidor malo y peresoso, si sabías que cosecho donde no has sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, así a mi regreso hubiera podido recibir con intereses! Y entonces, le quita todo, lo manda al lugar más difícil, al lugar donde muchos no quisieran ir, ¡Vete a las afueras de las tinieblas, servidor inútil!
El mensaje de Jesús, es un mensaje de autoridad, es un mensaje fuerte e interpelante.
Quiera Dios que, a nosotros no nos pase como a este servidor, quiera Dios, que podamos poner los dones y talentos al servicio de Dios primero y al servicio de los hermanos.
Que tengan una linda semana y que el Señor sea su luz y su guía. Que los talentos y dones que hemos recibido podamos hacerlo crecer.