Un poco tarde, comparto este hermoso poema de San Juan de la Cruz, de quien ayer celebramos su día. Agrego también al final algo maravilloso que encontré, el célebre dibujo del Monte de perfección realizado por el santo:
CANTICO ESPIRITUALCanciones entre el alma y el Esposo
Esposa
1. ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido?Como el ciervo huiste,habiéndome herido;salí tras ti clamando, y eras ido.
2. Pastores, los que fuerdesallá por las majadas al otero:si por ventura vierdesaquel que yo más quiero,decidle que adolezco, peno y muero.
3. Buscando mis amores,iré por esos montes y riberas;ni cogeré las flores,ni temeré las fieras,y pasaré los fuertes y fronteras.
Pregunta a las criaturas
4. ¡Oh bosques y espesuras,plantadas por la mano del Amado!¡Oh prado de verduras,de flores esmaltado!Decid si por vosotros ha pasado.
Respuesta de las criaturas
5. Mil gracias derramandopasó por estos Sotos con presura,e, yéndolos mirando,con sola su figuravestidos los dejó de su hermosura.
6. ¡Ay, quién podrá sanarme!Acaba de entregarte ya de vero:no quieras enviarmede hoy más ya mensajero,que no saben decirme lo que quiero.
7. Y todos cuantos vagande ti me van mil gracias refiriendo,y todos más me llagan,y déjame muriendoun no sé qué que quedan balbuciendo.
8. Mas ¿cómo perseveras,¡oh vida!, no viviendo donde vives,y haciendo porque mueraslas flechas que recibesde lo que del Amado en ti concibes?
9. ¿Por qué, pues has llagadoaqueste corazón, no le sanaste?Y, pues me le has robado,¿por qué así le dejaste,y no tomas el robo que robaste?
10. Apaga mis enojos,pues que ninguno basta a deshacellos,y véante mis ojos,pues eres lumbre dellos,y sólo para ti quiero tenellos.
11. ¡Oh cristalina fuente,si en esos tus semblantes plateadosformases de repentelos ojos deseadosque tengo en mis entrañas dibujados!
12. ¡Apártalos, Amado,que voy de vuelo!
El Esposo
Vuélvete, paloma,que el ciervo vulneradopor el otero asomaal aire de tu vuelo, y fresco toma.
La Esposa
13. Mi Amado, las montañas,los valles solitarios nemorosos,las ínsulas extrañas,los ríos sonorosos,el silbo de los aires amorosos,
14. la noche sosegadaen par de los levantes del aurora,la música callada,la soledad sonora,la cena que recrea y enamora.
15. Nuestro lecho florido,de cuevas de leones enlazado,en púrpura tendido,de paz edificado,de mil escudos de oro coronado.
16. A zaga de tu huellalas jóvenes discurren al camino,al toque de centella,al adobado vino,emisiones de bálsamo divino.
17. En la interior bodegade mi Amado bebí, y cuando salíapor toda aquesta vega,ya cosa no sabía;y el ganado perdí que antes seguía.
18. Allí me dio su pecho,allí me enseñó ciencia muy sabrosa;y yo le di de hechoa mí, sin dejar cosa:allí le prometí de ser su Esposa.
19. Mi alma se ha empleado,y todo mi caudal en su servicio;ya no guardo ganado,ni ya tengo otro oficio,que ya sólo en amar es mi ejercicio.
20. Pues ya si en el ejidode hoy más no fuere vista ni hallada,diréis que me he perdido;que, andando enamorada,me hice perdidiza, y fui ganada.
21. De flores y esmeraldas,en las frescas mañanas escogidas,haremos las guirnaldasen tu amor florecidasy en un cabello mío entretejidas.
22. En solo aquel cabelloque en mi cuello volar consideraste,mirástele en mi cuello,y en él preso quedaste,y en uno de mis ojos te llagaste.
23. Cuando tú me mirabassu gracia en mí tus ojos imprimían;por eso me adamabas,y en eso merecíanlos míos adorar lo que en ti vían.
24. No quieras despreciarme,que, si color moreno en mi hallaste,ya bien puedes mirarmedespués que me miraste,que gracia y hermosura en mi dejaste.
25. Cogednos las raposas,que está ya florecida nuestra viña,en tanto que de rosashacemos una piña,y no parezca nadie en la montiña.
26. Detente, cierzo muerto;ven, austro, que recuerdas los amores,aspira por mi huerto,y corran sus olores,y pacerá el Amado entre las flores.
Esposo
27. Entrado se ha la esposaen el ameno huerto deseado,y a su sabor reposa,el cuello reclinadosobre los dulces brazos del Amado.
28. Debajo del manzano,allí conmigo fuiste desposada.allí te di la mano,y fuiste reparadadonde tu madre fuera violada.
29. A las aves ligeras,leones, ciervos, gamos saltadores,montes, valles, riberas,aguas, aires, ardoresy miedos de las noches veladores,
30. Por las amenas lirasy canto de serenas os conjuroque cesen vuestras iras,y no toquéis al muro,porque la esposa duerma más seguro.
31. Oh ninfas de Judea!,en tanto que en las flores y rosalesel ámbar perfumea,morá en los arrabales,y no queráis tocar nuestros umbrales
32. Escóndete, Carillo,y mira con tu haz a las montañas,y no quieras decillo;mas mira las compañasde la que va por ínsulas extrañas
33. La blanca palomicaal arca con el ramo se ha tornadoy ya la tortolicaal socio deseadoen las riberas verdes ha hallado.
34. En soledad vivía,y en soledad ha puesto ya su nido,y en soledad la guíaa solas su querido,también en soledad de amor herido.
35. Gocémonos, Amado,y vámonos a ver en tu hermosuraal monte ó al colladodo mana el agua pura;entremos más adentro en la espesura.
36. Y luego a las subidascavernas de la piedra nos iremos,que están bien escondidas,y allí nos entraremos,y el mosto de granadas gustaremos
37. Allí me mostraríasaquello que mi alma pretendía,y luego me daríasallí, tú, vida mía,aquello que me diste el otro día:
38. El aspirar del aire,el canto de la dulce Filomena,el soto y su donaire,en la noche serena,con llama que consume y no da pena
39. Que nadie lo miraba,Aminadab tampoco parecía,y el cerco sosegaba,y la caballeríaa vista de las aguas descendía.
Dice Wikipedia: En su célebre dibujo del Monte de perfección la recta senda del ascenso aparece flanqueada por dos caminos laterales sin salida. El de la derecha, el camino mundano, señala sus peligros: poseer, gozo, saber, consuelo, descanso. Asimismo el de la izquierda marca también los peligros de un camino espiritual: gloria, gozo, saber, consuelo, descanso. Sorprende especialmente la leyenda de los escalones del camino central, el correcto, en los cuales se lee: Nada, nada, nada, nada, nada Como nota de este gráfico el autor escribe: Da avisos y doctrina, así a los principiantes como a los aprovechados, muy provechosa para que sepan desembarazarse de todo lo temporal y no embarazarse con lo espiritual, y queden en la suma desnudez y libertad de espíritu, la cual se requiere para la divina unión. Algunas de sus frases breves resumen bien su doctrina, como: «Niega tus deseos, y hallarás lo que desea tu corazón» y «El amor no consiste en sentir grandes cosas, sino en tener grande desnudez, y padecer por el Amado».