“Puedo estar con muchas ocupaciones, y a veces desviar mi mirada de la Tuya, y sin embargo, con ternura hacés que te vuelva a encontrar. Puedo estar desorientada y aunque cuesten ver los por qué, y más aún los para qué, sé que hacés nuevas todas las cosas y me acompañás en cada paso junto a nuestra dulce Mamá.Puedo estar pasando por momentos difíciles, de tristeza, y al presentarme a familiares, amigos, hermanos, y distintas personas, me decís que en ellos estás… en un rezo, en una palabra, o en un gesto como una sonrisa o un abrazo.Puedo estar muy contenta por lo que vivo… y si me detengo un instante, descubro que en cada detalle Vos estuviste, como siempre, una vez más, entonces el corazón además de estar contento, se calma y, agradecido, encuentra paz.
¿Cómo no agradecerte? ¿Cómo no querer seguirte? ¿Cómo no adorarte y contemplarte? Si Vos me amaste primero y te hacés presente en cada momento, persona, lugar, y sos el único en el que encuentro paz y felicidad…
Ayudame a que pueda reflejarte y descubrirte cada día de mi vida…”
Cecilia Fernández