En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: “Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan.”
Les contestó: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?” Y, paseando la mirada por el corro, dijo: “Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.”
Palabra de Dios
Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno
Queridos muchachos y chicas, queridos hermano y hermanas que a traves de Radio Maria meditan la palabra de Dios, hoy la liturgia nos propone el evangelio de San Marcos capitulo 3 versículos 31 al 35.
Es el texto que Jesús pregunta cuando le dicen: “tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera”. ¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos? Y entonces, mirando a todos les dice: “Bueno, estos son mis hermanos y mi madre, el que hace la voluntad de Dios ese es mi hermano, mi hermana, mi madre”.
Que importante que descubramos, aquello que una vez el Papa Juan Pablo I, que duró nada más que 33 días, hablaba acerca de su Fe. Él decía: En un mensaje de hace ya bastates años, mi madre me decía cuando ya era major:
“De pequeño estuviste bastante enfermo, tuve que llevarte de un médico a otro y estar al lado tuyo noches enteras, me crees?” ¿Como habría yo podido decir, mamá no te creo? Pero si, te creo, creo lo que me decís, pero te creo especialmente a vos. Y así ocurre con la fe, no se trata de creer solo lo que Dios ha revelado, sino a Él, que merece nuestra fe, que nos ha amado tanto, y tanto ha hecho por nuestro amor. ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Los que escuchan la palabra de Dios y la practican.
Jesús nos reune, nos atrae y nos dice, que Él es nuestro hermano; la condición entre nosotros es por lo tanto, de fraternidad, no de simples miembros de una comunidad, no somos socios, o colegas o miembros de un club. Somos hermanos de Jesús, y hermanos entre nosotros. Santa Teresa del niño Jesus: “La santidad no consiste en tal o cual practica, sino en una disposicion del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, consiente en nuestra pequeñez y confiados hasta la audacia en la Bondad del Padre.”
Queridos muchachos y chicas, que podamos cada vez mas descubrir que lo mejor que nos puede pasar en la vida, es que nos pase lo que Dios quiera y que la mejor suerte que podemos correr en la vida es correr la misma suerte que Jesús. La fe nos tiene que animar a vivir de tal manera, que todos al ver como vivimos y pensamos puedan encontrar el deseo de contagio. Un poco de fe, puede muchísimo decia San Juan Crisostomo.
Les deseo todo bien, queridos muchachos y chicas. Que puedan descubrir que Jesús constantemente nos dice que Él alaba al Padre, al Señor del cielo y de la tierra porque reveló los misterios del Reino a los pequeños. Seamos simples, es decir, seamos profundos, tengamos siempre hondura en esa palabra que nos sana, que nos salva y esta a nuestra disposición siempre, todos los dias.
Que Dios los bendiga, los acompañe y les de la gracia que mas necesiten