Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. El les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Palabra de Dios
P. Luis Zazano de la Diócesis de Tucumán
Quien hoy no siente el cansancio… Nos sentimos cansados de la casa, de cuestiones familiares, de cuestiones grupales. No es tan sólo la falta de fuerzas sino la falta de entusiasmo y de ilusiones, es este el cansancio que le preocupa a Jesus.
Si queremos descansar un poco tenemos que elegir un lugar apartado de los afanes cotidianos. Tenes que buscar paz y silencio.
Para no perder el entusiasmo y las ilusiones de la vida no descuides: Escucha, encuentro, mirada.
Que María siempre nos ayude a vencer el cansancio.