Evangelio según san Juan 19, 25-27

viernes, 11 de septiembre de
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En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.

 

Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:

-«Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego, dijo al discípulo:
-«Ahí tienes a tu madre.»

Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

 

Palabra de Dios

 

 

 


P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Diócesis de Rosario

 

 

Hoy Contemplamos a Maria, bajo la advocación de nuestras señora de los Dolores o la Dolorosa. Ella, la Purísima, la predilecta de Dios, la Madre del Salvador, La Reina del cielo, no fue liberada del dolor y el sufrimiento, sino que desde el comienzo de su misión tuvo a enfrentar, soportar, atravesar dolores grandes.

 

Estos son los dolores de María que contemplamos: La profecía de Simeón, la huida de Egipto, el niño Jesús perdido en el Templo, el encuentro de Jesús y María camino al Calvario, la Crucifixión, el cuerpo de Jesús que es bajado de la cruz, el entierro de Jesús.

 

María sintoniza íntimamente con el amor loco de Jesús por la humanidad y tambien como Jesús siente compasión por nosotros. Ella Ha llorado y llora por nosotros, su llanto esta cerca de tantos hombres y mujeres que sufren y lloran por sus hijos y nos invita también a llorar con ella, a compadecernos para transformar esos sufrimienos en redención para nosotros y para nuestros hermanos.

 

Contemplar a la dolorosa, es contemplar a María como aquella que ante el dolor y sufrimiento propio y de los demás reacciona. reacciona llorando, porque no es indiferente, reacciona soportando, para enseñarnos a nosotros a resistir también al mal, reacciona también, orando y buscando caminos de salida y con su estar ante la cruz nos muestra que la vida tiene sentido, que en todo sufrimiento y cruz, Dios amasa siempre Vida plena.

 

Nos invita a que también nosotros podamos ofrecer y unir nuestros dolores y dificultades a la compasión y dolor de Jesús, para que muchos se salven y para que los dolores y sufrimientos de nuestros hermanos, se vean acompañados y sostenidos también por nuestra oración y ofrenda.

 

Cuantos dolores, sufrimientos y maldad que vemos todos los días en nuestro derredor, cuanto que podemos aprender de contemplar a Maria, para responder con un corazon semejante al suyo.

 

Que Dios te bendiga , que tengas lindo día.

 

Radio Maria Argentina