Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!”.
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten piedad de mí!”. Jesús se detuvo y dijo: “Llámenlo”. Entonces llamaron al ciego y le dijeron: “¡Animo, levántate! El te llama”.
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él. Jesús le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. El le respondió: “Maestro, que yo pueda ver”. Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado”. En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.
Palabra de Dios
P. Luis Zazano Sacerdote de la Diócesis de Tucumán
Esclavitud y libertad, oscuridad y luz. El profeta anuncia un nuevo éxodo. El ciego de Jericó comienza un camino nuevo. Esclavitud y libertad, oscuridad y luz. Los hebreos, dispersos en el exilio (1 Lect.), y el ciego de Jericó (Ev.) confían en el Señor. Unos esperan retornar a su patria; el otro espera pasar de la oscuridad a la luz. La salvación que Dios prometió a Israel (1 Lect.) llega a cumplimiento en Cristo (Ev.), el sumo Sacerdote (2 Lect.).
1) el ciego esta desesperado porque quiere ver. Cuantos hoy estamos desesperados porque no podemos ver. Queremos llegar a Jesús pero no podemos. La desesperación hace más dura la ceguera.
2)la multitud lo hacen callar: seguramente muchos quieren callarte cuando mostras a Dios, en tu casa cuando tu esposo o tu esposa no te dejan llevar una vida cristiana, cuando te dificultan tus cercanos el poder meterte en el servicio de Dios. Ánimo. Dios no te dejará. Abandonate y espera…
3) Ánimo, levántate: Dios obra, sale a buscar al carenciado. Que curioso: Dios sale, busca y consuela. Eso es lo que hace Dios con vos y conmigo. Eso es lo que tenemos que hacer vos y yo; salir, buscar y consolar.
Pidamos a Dios tener animo para salir salir a ver, para no caernos cuando la multitud te caya, no desesperes que Dios te espera.
Fuente: Radio Maria Argentina