Evangelio según San Lucas 10, 21-24

martes, 1 de diciembre de
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En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.

Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”.

Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 


P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Arquidiócesis de Rosario 

 

 

 

Animados, con la cabeza en alto, queremos comenzar este camino del adviento, esperando a Quién viene a Salvarnos, queriendo buscar y reconocer a Jesús en cada acontecimiento de nuestra vida, en cada persona que viene a nuestro encuentro, pidiendo con toda la Iglesia: Ven señor Jesús.

 

En este primer martes de adviento la Palabra nos presenta a Jesús que lleno de alegria por el Espíritu Santo alaba al Padre por su obrar y su revelarse en medio de los creyentes.

 

Si Nuestro Padre Dios ha querido revelar a los pequeños y a los sencillos su Reiño, su Vida, la vida de su Hijo y su Salvación, significa que necesitamos nosotros, en este tiempo de Gracia, de Esperanza y de alegría, un corazon sencillo, humilde, necesitamos entrenar y purificar nuestro corazon, nuestra mirada, para ser también nosotros motivos de alabanza para Jesús.

 

Podemos entrenar un corazon sencillo y humilde, por medio de la oración cotidiana, por medio del amor mutuo, ejercitándonos en el mirar profundamente los acontecimientos cotidianos de nuestra vida, de las personas que vienen a nuestro encuentro.

 

La oración cotidiana nos libera del creernos ya sabios y prudentes, porque en el estar con Aquel que sabemos que nos Ama, queriendo mirar la Vida desde Él, vamos gestando la capacidad para estar siempre atentos, vigilantes, para descubrirlo también en lo cotidiano.

 

Señor regalanos tu Espiritu para poder ver lo que los discipulos vieron, danos tu Gracia para con corazon sencillo y humilde podamos siempre abrirte nuestra vida, para que no te nos pases de largo.

 

Que tengas lindo día, Dios te bendiga.

 

 

 

Fuente: Radio Maria Argentina 

 

Radio Maria Argentina