Evangelio según San Lucas 2, 41-52

martes, 22 de diciembre de
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Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.

Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados”.

Jesús les respondió: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?”. Ellos no entendieron lo que les decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 


 

P. Luis Zazano Sacerdote de la Diócesis de Tucumán

 

 

 

en este domingo celebramos el día de la Sagrada familia, en esta fiesta tengamos presente a tantas familias en crisis como así también tantas familias que hoy nacen, meditemos:


1) Maria: en la figura de Maria vemos una mujer humilde, como será su humildad que siempre se pone en lo último “tu padre y yo te buscábamos” mira esa actitud, ella se pone al último. Cuantas madres se ponen al último!!! Y aguantan tanto por la familia. Me pongo en pensar en esas madres que hasta están en el último lugar y hasta son las mártires de la familia.


2) Jesús: es la figura del hijo, ese gesto de estar. Un hijo es una bendición y no un error; un hijo alegra, los nueve meses de espera son nueve meses de esperanza en una casa. Pienso en los que sueñan en tener un hijo y no pueden; pienso en aquellos que luchan por adoptar un hijo para agrandar su corazón y luchan contra tantas trabas que le ponen. Un hijo es sagrado; en este Jesús niño vemos a cada uno que se considere hijo de Dios.


3) José: es la figura de el padre generoso, trabajador, atento y caballero. Imagínate con la delicadeza con que trataba a Maria, el respeto por Jesús. Cuantos hombres hoy cuidan a su mujer! Hombres que no se toman vacaciones con tal de darle lo mejor a su familia.


En José vemos la figura de hombres que le meten el pecho a las balas y son capaces de tragar lágrimas para no preocupar a su familia. Hombres que más que mártires son esos valientes que sueñan por el bien de su familia.


En Jesús, María y José vemos figuras y en tu familia vemos una realidad renovadora.


JESÚS, JOSÉ Y MARIA, PROTEGE A NUESTRAS FAMILIAS.

 

Oleada Joven