No son los sueños, así, como al pasar… Es EL SUEÑO, el q paradojicamente nos desvela, nos cuesta, nos paraliza. Es ese Sueño que nos da miedo, del que no nos sentimos merecedores. El que ocupa nuestras conversaciones y silencios, pensamientos y preocupaciones. Es ese SUEÑO el que a veces nos queda grande, que queremos que se concrete pronto, que ya no soportamos. Y es tambien ese sueño que nos llena, y nos hace disfrutar del proceso, del crecimiento. Ya no soñamos como niños, lo hacemos como adultos, y si tal vez se complica el caminarlo, hacemos una breve pausa, para juntar fuerzas, y seguir. Porque tenemos la certeza que el Sueño va a estar ahí, esperándonos. Como el primer día, cuando lo descubrimos, como ese día que caímos en la cuenta que no podíamos vivir sin él. Como cuando tuvimos el coraje de tomarlo con todo nuestro cuerpo, nuestra alma. Y es entonces, que nuestro Sueño y nuestra Vida, entran en completa comunión. Y así, mi SUEÑO ES MI VIDA Y MI VIDA ES UN SUEÑO!