Me animo a dejar este puerto seguro para que hagas conmigo lo que quieras,
a ir en busca de ese “no se qué” que me lleva a ese “no se donde”,
a hacerles frente a mis miedos, mis fragilidaes, mis propios intereses.
Voy camino al despojo absoluto para solamente aferrarme a vos,
con lo poco que tengo me armo de valor para seguirte.
Y si esta aventura ha de dejarme algo que solo sean rostros sonrientes,
corazones que salten de emoción al escuchar tu nombre,
amigos fieles que te amen y quieran compartirte.
Yo soy tu sueño, tu vasija de barro, la que necesita ser rescatada
Y Vos sos mi dirección, mi compañero, mi todo,
el que hace de lo más pequeño cosas grandes.
Te pido que mantengas siempre encendida la llama de este amor
para no perder la alegría y el don de sorprenderme de lo insignificante,
que me des un corazón bondadoso, dócil a tu voluntad.
para que la necesidad y el dolor no me pasen sin ser vistos.
Enseñame a amar, a mirar, a abrazar, a hablar como vos lo harías.
Enseñame como tengo que hacer para merecerte.
Señor, te doy infinitamente gracias por la vida en entrega, el trabajo en servicio,
por invitarme a hacer las cosas diferentes.
Te doy gracias porque miraste mi nada con generosidad.
Yani Moyano