¡No vendas tu alma a la normalidad!

viernes, 14 de agosto de
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Ya lo dijo Franz Kafka “no cedas; no bajes el tono, no trates de hacer lo lógico, no edites tu alma de acuerdo a la moda. Mejor, sigue sin piedad tus obsesiones más intensas.”

Unas cuántas veces tuve ganas de gritar “nuestro destino está en manos de las cosas que nos apasionan” (con todo lo que ello significa e implica)…

 

Para empezar, significa pensar en lo que nosotros realmente queremos que suceda, en lo que realmente queremos ser y hacer. Aplacando el ruido de los demás para construir nuestro propio silencio y así lograr escuchar nuestra propia voz.

 

Es romper el orden en un acto de subversión contra lo que alguien dice que debe ser aceptado, contra esas aparentes verdades absolutas que se plantean como indiscutibles. Es no conformarse, es querer ir más allá de lo impuesto.

 

Es un acto que irrumpe – que nos irrumpe – en algún momento de nuestras vidas a pesar de la lógica; un acto de “locura” o “irracionalidad”, dicen los “normales”. Pero para nosotros – los locos, anormales o irracionales – es un acto de toma de consciencia, sí, de toma de consciencia de nosotros mismos; un acto que nos permite descubrir nuestras verdades más íntimas. Es un acto que abre y nos abre, permitiéndonos experimentar una profunda realización al comenzar a comprender nuestra propia esencia.

 

 

Implica transitar un camino que muchas veces abruma, pues más de una vez sólo parece estar repleto de dudas, preguntas y frustraciones pero es el único camino posible para liberarnos, para no ir por la vida sólo existiendo, sino viviendo, teniendo siempre presente que quien renuncia a sus sueños se convierte en un mero consumidor de tiempo.

 

Sofia Maria Pavone