Entra Señor a mi casa, a mi corazón, a mi vida
y renuévala por completo.
Hoy me dices que quieres entrar.
Ven Señor, te dispongo todo mi ser por completo,
para que lo tomes entero, es tuyo;
y lo acomodes, lo limpies, lo sanes.
Rompe todo lo que signifique un obstáculo para tu obrar,
quita todo lo que sobra,
rearma todo según TU parecer.
Sólo tú que me conoces y me has creado
puedes renovarme como es necesario,
siempre con amor, paciencia cuidado y delicadeza.
Alójate hoy en mi y quédate para siempre
como un dulce huésped de mi alma.
Natalí Armendía.-