Hace mucho tiempo, en una noche como esta, gente buena recibió una respuesta. Una virgen embarazada se puso de parto Un hombre fiel comprendió sus sueños Unos pastores comenzaron la noche como otra cualquiera y la terminaron en presencia de un Dios, un rey en su palacio tuvo miedo y unos sabios terminaron su búsqueda tras una estrella brillante…
Hace mucho tiempo, en una noche como esta, un corazón empezó a latir con el ritmo del universo, y el mundo que estaba roto empezó a sanarse con cada latido.
Y no estamos muy seguros de si esto que vamos a contar también pasaría, pero probablemente hace mucho tiempo, en una noche como ésta, alguien, en un rincón, sintió renacer la esperanza. Una chiquilla dejó de llorar y sonrió, un anciano se estremeció, una pareja se prometió amor eterno, y vecinos largo tiempo enfrentados decidieron enterrar sus diferencias y se sentaron juntos a ver las estrellas.
Hace mucho tiempo, en una noche como ésta el mundo empezó a cambiar Y sigue cambiando hoy, porque ese corazón pequeño sigue latiendo, y cada latido se convierte en palabra nueva que nos transforma, y en milagro que nos sana.
Hace mucho tiempo Dios se hizo un poco más el Dios-con-Nosotros, y desde entonces nunca más nos sentiremos solos.
José María Olaizola