Tan bueno que ni siquiera te preguntó si querías despertar esta mañana, él sabe que tienes mucho para dar y así como te besó dulcemente en la mejilla anoche antes de ir a la cama… susurró a tu oído temprano esta mañana: “despierta pequeño mío, tenemos trabajo”.
Tan bueno que no te preguntó si querías ser amado, tu protector sabe que le necesitas.