Evangelio según San Lucas 5,27-32

viernes, 7 de marzo de
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Después Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”.

El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos.

Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?”.

Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan”.


Palabra de Dios



 


P. Diego Retes

 

Hoy Sábado 8 de Marzo, la Liturgia de la Iglesia, nos presenta un hermoso evangelio en este tiempo de Cuaresma, tiempo de conversión, tiempo de cambiar nuestros corazones, de redireccionar nuestra vida hacia el Señor. Y justamente nos presenta a Levit, también conocido con el nombre de Mateo, que era recaudador de impuestos. Jesús lo llama, y le dice ¡Sígueme! Y le invita justamente a una nueva vida.

El evangelio relata como Jesús es invitado a comer con esta persona que no era muy querida por la sociedad, porque recordemos en aquella época, los recaudadores de impuestos era gente que colaboraba con los Romanos que tenían sometidos al pueblo de Israel, por lo tanto, era un judío que traicionaba a sus propios compatriotas, y que, además le sacaba plata. Por lo tanto, doblemente era mal mirado, era considerado un pecador. Por eso es un gran escandalo que Jesús se siente a la mesa con este pecador, con este recaudador de impuestos, pero esto es la teología, este es el modo de pensar que tiene Jesús. Se sienta a la mesa con aquellos que necesitan la salvación, con aquellos que necesitamos cambiar, necesitamos convertirnos, por eso la expresión de Jesús “Yo no he venido a llamar a los Justos, sino a los pecadores para que se arrepientan, para que cambien de vida, para que se conviertan” Siempre hay posibilidad de conversión queridos Jóvenes, siempre hay posibilidad de cambiar de vida a una mejor con la ayuda de Dios, si nos arrepentimos, si miramos en lo profundo de nuestros corazones a aquellas cosas que nos estan haciendo bien.

El refrán popular que dice: “Dime con quién andas y te dire como terminas o te dire quién eres”. Bueno, este refrán es cierto, pero no se aplica a la persona de Jesús, porque Jesús vivía con pecadores, prostitutas, con personas, digamos, de baja calania, que en el fondo hoy saldría corriendo cuando ve eso o se espantarian.

Como Jesús el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo podia ser eso y lo podía ser justamente porque en la infinita misericordia de Dios, en su ternura hay debilidad por los pecadores, Él busca realmente ofrecernos una vida mejor.

Me acuerdo las palabras y con esto termino del Papa Francisco que decía: “Que Dios no se cansa nunca de perdonarnos” los que nos cansamos somos nosotros de pedir perdón, porque nos da miedo, porque nos da vergüenza, porque no nos animamos o porque realmente no nos arrepentimos o no somos conciente de nuestros pecados.

Por eso, en este sábado, en este tiempo de Cuaresma, queremos pedirle al Señor, que nos regale la gracia de reconocer, de poder ver nuestros propios pecados y pedir perdon por ellos para tener una vida nueva, para con alegría seguirle al Señor cada vez mas de cerca.

 

 

Oleada Joven