Evangelio según San Juan 13,21-33.36-38

martes, 8 de abril de
image_pdfimage_print

 
Jesús, estando en la mesa con sus discípulos, se estremeció y manifestó claramente: “Les aseguro que uno de ustedes me entregará”. Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería.

Uno de ellos -el discípulo al que Jesús amaba- estaba reclinado muy cerca de Jesús. Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: “Pregúntale a quién se refiere”. El se reclinó sobre Jesús y le preguntó: “Señor, ¿quién es?”.

Jesús le respondió: “Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato”. Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote.En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: “Realiza pronto lo que tienes que hacer”. Pero ninguno de los comensales comprendió por qué le decía esto. 


Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: “Compra lo que hace falta para la fiesta”, o bien que le mandaba dar algo a los pobres. Y en seguida, después de recibir el bocado, Judas salió. Ya era de noche. Después que Judas salió, Jesús dijo: “Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.

Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mismo que dije a los judíos: ‘A donde yo voy, ustedes no pueden venir’. Simón Pedro le dijo: “Señor, ¿adónde vas?”. Jesús le respondió: “A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás”.

Pedro le preguntó: “¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti”.
Jesús le respondió: “¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces”.


Palabra de Dios



 


Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Morenos

 

Queridos hermanas y hermanos, queridos jóvenes hoy el evangelio se trata del anuncio de la traición de Judas, estamos en plena Semana Santa antes de ayer, Domingo de Ramos, aclamábamos a Jesús como el profeta esperado, como el Mesías anhelado, como el bendito el que viene en el nombre del Señor, y ese mismo pueblo, que grita:”Hosanna el hijo de David”, el próximo viernes Santo habrá de exclamar:“Crucifícale, crucifícale” y en el medio esta lo de este evangelio de hoy, es decir, la discusión acerca del testimonio de Jesús, el anuncio de la traición de Judas, en el medio de ese cambio, de esa dualidad del pueblo que lo aclamo y unos días después pidió la crucifixión.

¿Qué es lo que hizo que Judas no improvisara la traición? Fue la suma de pequeñas infidelidades, de pequeños “No” a lo que Jesús le enseñaba, de pequeñas connivencias que se transformaban en doble vida entre lo que se piensa y lo que se hace, entre lo que se dice y la vida concreta que se lleva y por eso la suma de pequeñas infidelidades hizo que Judas en la noche de la traición mereciera de Jesús las palabras: “Lo que tengas que hacer, hazlo pronto”

Estamos camino hacia el jueves Santo, viernes Santo, sábado de Gloria y domingo de Resurrección. Acompañemos a Jesús, con fidelidad y con amor en este camino de la cruz, en esta Pasión, para que muriendo con Él, resucitemos a una vida nueva, en especial ustedes los jóvenes les pido abran el corazón, como decía el papa Juan Pablo II

“Rompiendo las cadenas más fuertes que las cadenas de la muerte” y por lo tanto encontrando que por encima de nuestras contradicciones el Señor nos espera en la cruz, muchas veces para decirnos en las palabras a su Padre “Perdónalos, porque no saben lo que hacen” y otras veces para decirnos “En tus manos entrego, encomiendo mi Espíritu”

Que podamos chicos y chicas, encontrar en estos días que el Señor de la Paz nos concede la Paz siempre y en toda forma y que su camino hacia dar la vida, nos tiene que llevar también a nosotros a morir a todo aquello que no nos hace felices, que nos hace adictos al mal y que posterga que seamos personas que se realicen como tales y como cristianos.

Que el Señor los bendiga y los acompañe y que esta Semana Santa esta cargada para todos y todas de ustedes de abundante frutos para poder así vivir con Jesús y con nuestros hermanos una vida nueva.


 

Oleada Joven