Evangelio según San Mateo 5,43-48

martes, 17 de junio de
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Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.


Palabra de Dios




 


Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno


Queridos hermanos y hermanas, queridos oyentes, en el evangelio de hoy, se nos habla del amor.El Señor nos dice: ¿Si ustedes aman solo a los que los aman, que recompensan merecen? ¿No hacen lo mismo los publícanos? ¿Y si saludan solamente a sus hermanos, que hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?


Por lo tanto, nos dice: Sean perfectos como es perfecto el padre que esta en los cielos, tal vez no tenemos enemigos, pero si personas que no nos caen bien, o que nos han hecho daño y por eso estamos distanciados de ellas, humanamente nos resulta fácil amar en estos casos y solo el sabernos amados por el Padre nos puede mover a dar amor, podemos amar a esa persona porque es hijo de Dios y Dios lo ama.


Que extraordinaria enseñanza y prospectiva para nuestra vida la que nos da la Palabra de Dios del día de hoy, este trozo de evangelio de San Mateo, han oído que se les dijo, Amaras a tu próximo como a ti mismo y odiaras a tus enemigos, pero yo te digo Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores.


Hoy el Señor entonces nos invita a este corazón abierto, en el decir del papa Francisco a que tengamos misericordia, a que tengamos compasión, es decir, padecernos con, aún de aquellos que nos han hecho el daño, un corazón grande que signifique siempre dar el primer paso en un distanciamiento, cuando estamos tentados por el resentimiento, por el rencor.


El Señor no nos dice que no podemos tener enemigos, pero nos pide que no seamos enemigos y que para eso estemos siempre disponibles para buscar el bien del otro, eso nos va a dar un entrenamiento de vivir el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, el Padre perdónalos porque no saben lo que hacen, palabras de Jesús en la cruz nos mueven a todos a descubrir que el Señor Nunca abandona aún a aquellos que han caído en el error o que han cometido el pecado o el delito más importante. La misericordia de Dios es infinita, si nosotros somos imagen y semejanza de Dios y sus hijos, no podemos dejar de hacer lo mismo, por lo tanto amemos con obras y con verdad a nuestros enemigos, a los que nos hacen el mal.


Queridos hermanos, queridos jóvenes, que esta palabra cale hondo en el corazón de cada uno y nos ayude a descubrir que el amor es superior a todo.


Que Dios los bendiga.

 

 

Oleada Joven