Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa.
Marta dijo a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas”. Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará”.
Marta le respondió: “Sé que resucitará en la resurrección del último día”.
Jesús le dijo: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”. Ella le respondió: “Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo”.
Palabra de Dios
Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno
Queridos hermanos y hermanas, hoy es la fiesta de Santa Marta una de las amigas más cercanas de Jesús, al igual que sus hermanos María y Lázaro.
El Evangelio hoy nos presenta el diálogo entre Marta y Jesús: “Bueno, si vos hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto, pero yo se que Dios te va a conceder todo lo que le pidas” a lo que Jesús responde: “Tu hermano resucitará” y Marta contesta con el articulo de la fe: “Si ya se, resucitará en la resurrección del ultimo día”. Pero Jesús le dice: “Yo soy la resurrección y la vida, el que crea en Mí, aunque muera vivirá y todo el que cree en Mí, no morirá jamás”.
También es esta Marta, que en el otro texto, que propone la liturgia en le día de hoy Lucas 10, versículos 38 al 42, recibe a Jesús en su casa;quien al observar su actitud en comparación con la de su hermana María le dice: “Marta, Marta, vos te inquietas y te agitas por muchas cosas y sin embargo pocas o más bien una sola es la necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.
Quizás, todo apostolado no sea más que eso, poner a las personas delante de Jesús, con todas las dificultades que esto puede llevar consigo. El Señor es el que hace el resto. Es como la reacción de los amigos que llevan en camilla a su par enfermo poniéndolo delante de Jesús; Él es el que hace realmente lo importante, por eso dice: “Marta, ojo que María eligió la mejor parte”.
A veces quizás podríamos pensar que el apostolado es algo en lo que somos el personaje central, sin embargo nuestra misión es ponernos nosotros y los demás frente a frente con Cristo, dejar el uno frente al otro y saber desaparecer.
Ojalçá que siempre entendamos que en nuestra vida de oración o de apostolado lo único importante sea anunciar a Cristo para que sea conocido y amado. En la pastoral no se van a cosechar triunfos personales ni vamos a ser la figura principal, Cristo es la única figura, por eso María eligió la mejor parte.
No podemos ser como aquellos que se preocupan más de hacer un buen papel ante el auditorio que de trabajar por su salvación decía el Papa Benedicto XVI, o que se avergüenzan de tratar argumentos sencillos y fáciles para que no parezca que no saben tratar argumentos más sublimes.
En realidad, lo que Jesús pide en este texto es que, no busquemos tanto nuestra realización personal, sino que busquemos que Cristo sea conocido y los seres humanos encuentren la salvación, es decir el camino del Reino.
Estos dos textos evángelicos que acabamamos de mencionar, nos muestran también que sin humildad no podemos ser apóstoles, discípulos y misioneros, por eso la humildad debemos manifestarla constantemente a través de la rectitud de la intención, del rechazo de los deseos de vanidad que a veces tenemos y no querer ser la figura principal, sobre todo tener muy presente que es Dios quien pone siempre el incremento.
Que bueno, Maria no cumple con lo que se esperaba para una mujer de su época, en vez de retirarse a preparar el servicio y dejar a Jesús hablando con los varones de la casa, ella se queda a sus pies oyendo sus palabras esta es la mejor parte, la posibilidad de escuchar la palabra se Jesús y convertirnos en discípulos.
Que el Señor los bendiga y acompañe, los proteja, los cuide y les de la gracia que más necesiten.