Evangelio según San Mateo 16,21-27

martes, 26 de agosto de
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Desde aquel día, Jesús comenzó a anunciar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.


Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: “Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá”.Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”.


Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará.


¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.


Palabra de Dios





Reflexión del P. Raúl Gómez sacerdote de la Parroquia Santa Rosa de Lima de la Diócesis de Mendoza

 

 

Que lindo es encontrarnos nuevamente entorno a la Palabra del Señor.
En este día especial como es el domingo, día en donde tenemos la posibilidad de encontrarnos con el Señor de la vida, de acercarnos a su Palabra y sobre todo alimentarnos con su Eucaristía.

La Liturgia, nos propone contemplar el evangelio de San Mateo, donde aparece Jesús con sus discípulos. Y que Jesús, comienza a anunciarle a sus discípulos que debe ir a Jerusalén, que es el escenario,donde Jesús, va a sufrir el dolor, el abandono, el castigo, el rechazo, la cerrazon de un pueblo que no quiere creer ante otro pueblo que si quiere creer. Muchos que quieren creer en el Hijo del hombre. Muchos reconocen a Jesús y reconocen en Él la Presencia Divina de Dios, el Mesías liberador. Muchos otros se cierran a la gracia, a la posibilidad de reconocerlo en Jesús al Hijo de Dios.

En este evangelio, Jesús, nos relata todo lo que va a suceder en Jerusalén, que va a ser condenado a muerte, que va a resucitar al tercer día.

Allí aparece Pedro dentro de los discípulos, ya veniamos meditando en los domingos. Vimos a Pedro en el mar, caminando sobre el mar, cuando se ahogaba y le pedia al Señor, ¡Salvame Señor! Jesús que lo sostenía, le decia: Hombre de poca Fe , por que dudaste?

Jesús, también ofrecia a Pedro, le encomendaba la Misión de ser piedra, una roca firme en donde Cristo mismo quiere construir su Iglesia. Pero, en este caso, aparece Pedro representando, de alguna manera reprendiendo a Jesús y diciendo ante esto el anuncio de Jesús y dice: Dios no lo permita, Señor, no sucederá asi. Allí aparece Jesús con su sabiduría, con una palabra que enseña a sus discípulos y a nosotros el lugar que debemos ocupar, porque Pedro quiere ocupar el lugar del Señor. Pedro, que con esta actitud esta rechazando la propuesta del Señor, el camino que el Señor quiere ofrecernos, para poder alcanzar la vida en plenitud desde la Resurrección. Y entonces, Jesús le dice: Retiraté detras de mi satanas, tu eres para mi un obstaculo porque tus pensamientos no son los de Dios sino, los de los hombres. Jesús, allí, lo que le esta diciendo a Pedro, Ve detrás de Mí, es decir, Maestro Dios siempre adelante y los discípulos siempre atrás. Jesús vuelve al lugar a Pedro, al lugar de discípulo.

Alli aparece las condiciones que Jesús propone a los discípulos en ese momento y también a cada uno de nosotros en este día. El que quiera Seguirme, que renuncie a si mismo, que cargue con su Cruz y me siga.

Pidamosle al Señor en este tiempo, que realmente podamos cargar la cruz de nuestra vida para poder seguirlo al Señor. Primero, necesitamos renunciar a nosotros mismos para aceptar el plan de Dios, ese plan que nos conduce a la verdadera vida, vida en plenitud. Es Jesús mismo quien nos propone un camino a la Salvación, pero para eso tenemos que asumir la cruz. Un dolor que Jesús le da un nuevo sentido desde la cruz.


En Jerusalén, Jesús da una muestra grande de su amor para con todos nosotros y también nos enseña el camino de la salvación.

Que esta palabra los impregne de Sabiduría y que en estos dias que hemos celebrado la fiesta de Santa Rosa de Lima, ella que fue enamorada del Señor, ella que abrazo la cruz, la cruz que llevo a hacer ese camino de perfección, ese camino de Santidad. Que también ella interceda por cada uno de nosotros, para que podamos ser verdaderos discípulos y asi meditar el camino y vivir el camino que Dios nos propone.

Que Santa Rosa de Lima, les conceda todo lo que ustedes necesitan.

Que tengan una Linda Semana.

 

 

Radio Maria Argentina