Evangelio según San Lucas 9,57-62

lunes, 29 de septiembre de
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Mientras Jesús y sus discípulos iban caminando, alguien le dijo a Jesús: “¡Te seguiré adonde vayas!”.


Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”.Y dijo a otro: “Sígueme”.


El respondió: “Permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre”.


Pero Jesús le respondió: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios”.


Otro le dijo: “Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos”.


Jesús le respondió: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”.



Palabra de Dios





P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Diócesis de Rosario

 

 

Buen día, buen día. Comenzando el mes de las misiones, celebramos hoy a Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones y doctora de la Iglesia, una monjita carmelita a quien el pueblo de Dios le tiene una especial veneración.

Teresita, nacio en 1873 en Francia, a los quince años ingreso al convento y falleció a los 24 años, después de una larga enfermedad, en 1897. Unos de sus testimonios más grande para mi, además de su amor profundo a Jesús, fue el siempre rezar y ofrecer sus sufrimientos e incluso el estar postrada por las misiones y los misioneros.

Siempre queriendo seguir a Jesús y amarlo, supo desde su lugar, el convento, servir y amar a Jesús y acompañar con su oración y ofrecimiento a aquellos hermanos que estaban anunciando a Jesús.

Providencialmente hoy la Palabra de Jesús, nos muestra tres personas que quieren o son llamados a seguir a Jesús, pero ninguno de los tres puede hacerlo de modo inmediato, tenían otros temas que solucionar antes, Jesús responde que quien pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios.

El seguir a Jesús, con toda la vida, es una decisión que brota del encuentro personal con Él, que enamora, que fascina y llama y que requiere un poner toda la confianza y amor en Él. Esto lo vivió y experimento Teresita desde su más tierna edad, descubrio a Jesús, escucho su voz, se enamoró de Él y lo siguio con toda su vida, fascinada y queriendo anunciar, ella misma lo dice: “Yo quisiera ser apóstol, quisiera ser mártir, quisiera ser todo. Como no puedo ser todo, yo seré el corazón, que, al latir, llevará a todos los miembros la sangre, la sangre de mi amor, y así estaré en todos: en los apóstoles que predican, en los mártires que dan su vida, en todos estaré presente al ser el corazón, el amor de todos”

Cuantas veces queremos hacer todo y al final no hacemos nada, cuantas otras queremos tener todo organizado para hacer algo y tampoco hacemos nada. Cuánto que podemos hacer desde nuestro quehacer cotidiano, sencillo, aparentemente pequeño o escondido, por amor a Jesús y a los demás.

Santa Teresita, rezá por nosotros también para que podamos seguir a Jesús, sin demasiadas vueltas, ni reparos, sino en la misma vida cotidiana, queriendo “…amarlo hasta la locura y queriendo pasar mi cielo, haciendo el bien el la tierra..”

Que tengas lindo día, Dios te bendiga

 

Radio Maria Argentina