Evangelio según San Lucas 19,1-10

lunes, 17 de noviembre de
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Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos.El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura.Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.


Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”.Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.


Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”.


Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más”.Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham,porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.



Palabra de Dios



 


Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno

 

Queridos hermanos, queridos oyentes , la palabra de Dios de este día del evangelio según San Lucas capítulo 19 versículos 1 al 10, nos habla de la vocación de Zaqueo.

Le dice Jesús a Zaqueo: “Zaqueo baja pronto porque hoy me tengo que alojar en tu casa”, la llamada del Señor debe tener siempre una correspondencia pronta, sin dilaciones.

El Señor no acepta que posterguemos el “sí” ni aún por motivos muy conocidos, motivos que nos hacen a veces, “tener razón”, la disponibilidad como la tuvo Zaqueo ha de ser pronta y sin condiciones.

Dios tiene planes muy altos para cada uno de nosotros, por eso Zaqueo ante la presencia del Señor en su casa dice: “Hoy a llegado la salvación a nuestra casa” y se compromete a devolver a quien debía y a restituir a aquellos a quienes había perjudicado de modo multiplicador.


Para nosotros y para todos aquellos que en algún momento descubren que el Señor le está golpeando en el corazón, debemos tener conciencia de que el Señor tiene dispuestas las cosas para que resulten para el bien de todos.

Cuando Dios llama, ese es el momento más oportuno, aunque aparentemente mirando con ojos humanos la cosas puedan aparecer razones que posterguen la entrega. Por eso que importante es que descubramos el llamado del Señor cuando pasa por nuestra vida y encontremos que nos está pidiendo más y más.

 

Radio Maria Argentina