Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento.Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela.
Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana.No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos. Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!”.
Palabra de Dios
Reflexion: P. Raúl Golez
Este domingo, nos econtramos entorno a la palabra del Señor.
Hemos transitado 33 días durante el tiempo ordinario, el tiempo común y hemos celebrado la fiesta de solemnidad de Jesucristo, “Rey del Universo”.
Hoy, empezamos un nuevo tiempo liturgico , como es “el tiempo de Adviento. El adviento que, para nosotros es el tiempo de espera, pero no de una espera estática sino, de una espera dinámica. Esperamos la venida del Mesías, de Jesús el rey de Israel, aquél que reinará de un humilde pesebre de Nazaret, aquél que reinará en condición de niño frágil pero, lleno de poder, lleno de gracia, de gozo y esperanza.
La liturgia nos presenta el evangelio de San Marcos. Este que nos llama a estar atentos, a estar prevenidos porque el “Señor Vendrá y no sabemos cuando será el momento”, por eso hay que estar prevenidos, termina este evangelio.
Jesús, siempre dirigiéndose a sus discípulos, pone la imagen de este hombre que se va de viaje y que llama a sus servidores. A cada uno les confía una misión, luego, también, recomienda al portero que permanezca en vela, porque el Señor vendrá y pedirá cuentas de lo que se ha hecho y por lo que no se ha hecho.
Siguiendo con los evangelios que meditamos domingos atras, tiene que ver también con los talentos que hemos recibido. El Señor, nos va a preguntar ¿ Qué hemos hecho, con lo que nos ha confiado? Sí hicimos producir ese talento, esos dones que hemos recibido y si realmente hemos puesto al servicio de la comunidad.
Por eso, comenzamos hoy este tiempo de esperanza, en donde queremos pedirle al Señor, que nos convierta el corazón, que nos ayude a prepararlo como ese pesebre de Nazaret, en donde Jesús nace y reina.
Queridos hermanos, aprovechemos este tiempo para que sea especial, para que cuando celebremos la Navidad del nacimiento de Jesús, realmente podamos vivir el gozo y la alegría de saber que Jesús, nace de nuevo en nuestro corazón, en nuestras familias, en nuestra comunidad y sociedad.
Que lindo sería para todos nosotros poder asumir el camino del Señor, de la simpleza, de la sencillez y la pobreza, para así, de verdad poder ser personas de bien y sobre todo ser ricos en su presencia.
¡Estemos atentos y prevenidos! Para que el Señor no nos sorprendá lejos de nuestra misión, por el contrario, cuando el llegue nos encuentre ocupados y que nosotros podamos decirle: “Señor, somos simples Servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber”.
¡Qué Dios los bendiga!
“Que este tiempo, realmente sea de gozo y de esperanza”.