Despierta, Señor, nuestros corazonesque se han dormido en cosas trivialesy ya no tienen fuerza para amar con pasión.
Despierta, Señor, nuestra sed de ti,porque bebemos aguas de sabor amargoque no sacian nuestros anhelos diarios.
Despierta, Señor, nuestro anhelo de verte,pues tantas preocupaciones nos rindeny preferimos descansar a estar vigilantes.
Despierta, Señor, nuestra fe dormida,para que dejemos de tener pesadillasy podamos vivir todos los días como fiesta.
Despierta, Señor, nuestro espíritu,porque hay caminos que sólo se hacencon los ojos abiertos para reconocerte.
Despierta, Señor, tu fuego vivo.Acrisólanos por fuera y por dentroy enséñanos a vivir despiertos.
Ulibarrri Fl