Irradiando a Cristo

miércoles, 9 de abril de
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Amado Señor,

ayúdame a esparcir tu fragancia

donde quiera que vaya.

 

Inunda mi alma de espíritu y vida.

Penetra y posee todo mi ser

hasta tal punto que toda

mi vida solo sea una

emanación de la tuya.

 

Brilla a través de mí, y mora en mi

de tal manera que todas las almas

que entren en contacto conmigo

puedan sentir tu presencia en mi alma.

 

Haz que me miren y ya no

me vean a mí sino

solamente a ti, oh Señor.

 

Quédate conmigo y entonces

comenzaré a brillar

como brillas Tú;

a brillar para servir de luz

a los demás a través de mí.

 

La luz, oh Señor,

irradiará toda de Ti;

no de mí;

serás Tú quien ilumine

a los demás a través de mí.

 

Permíteme pues alabarte de

la manera que más te gusta,

brillando para quienes me rodean.

 

Haz que predique sin predicar,

no con palabras sino con mi ejemplo,

por la fuerza contagiosa,

por la influencia de lo que hago,

por la evidente plenitud del

amor que te tiene mi corazón.

 

 

Beato Henry Newman

 

Oleada Joven