Levántate y anda, cuando no encuentres horizonte,
porque siempre hay un camino que recorrer
y no hay razón para dejar de intentarlo.
Levántate y anda, aunque te rodeen las sombras.
La luz se habra paso por resquicios insospechados,
y al iluminar la realidad la llena de posibilidades.
Levántate y anda, aunque te opriman las vendas.
Puedes quitarte muchos estorbos que te impiden avanzar,
y avanzarás más liviano, más libre, más alegre.
Levántate y anda, aunque te sientas sin fuerzas.
Es Dios quien te impulsa, quien te lleva de la mano.
quien te llena de espíritu.
Deja atrás las sombras y tumbas, los silencios y los miedos,
las parálisis y vendas que te aíslan y entristecen.
Deja atrás las pequeñas muertes que adulteran la vida.
Vamos Lázaro, levántate y anda.
José María Rodríguez Olaizola sj