Danos el pan de vida, Señor, que alimenta nuestra fe para vivir como discípulos y construir el Reino.
Danos el pan de vida que es tu Palabra, agua viva que nos nutre y nos fecunda desde adentro.
Danos el pan de vida de tus opciones, que nos ayudan a pensar hoy en nuestros caminos para seguirte.
Danos el pan de vida del Espíritu que te animaba, para aprender a ser dóciles a la voluntad del Padre.
Danos el pan de vida de tu cuerpo, alimento que nos da fuerzas para vivir como nos enseñas.
Señor, que tu entrega nos ayude a entregarnos.
Que unidos busquemos que el pan cotidiano llegue a todas las personas.
Que el pan de la salud no discrimine a pobres y ricos, para que todos puedan vivir mejor.
Que el pan del trabajo sea la realidad diaria de tantos millones de personas que sufren la desocupación.
Que el pan de la educación alcance a todos los niños y jóvenes que buscan y merecen un futuro mejor.
Que aprendamos, Señor, como has dado el ejemplo de tu vida, a compartir nuestro pan, lo que somos y tenemos, con todos los que nos rodean.
Danos, Señor, el pan de vida para que vivamos solidarios y fraternos.
Marcelo A. Murúa