La Palabra

viernes, 7 de febrero de
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La Palabra se hizo carne,
para hablar en gestos
y profetizar amores.


Se hizo frágil,
para romper certidumbres
y derribar fortalezas.


Se hizo niño
para crecer aprendiendo
y enseñar viviendo.


Se hizo voz,
en el llanto de un crío
y en las promesas de un hombre.


Se hizo brote
que en el suelo seco
apuntaba hacia la Vida.


Se hizo amigo
para anular soledades
y trenzar afectos.


Se hizo de los nuestros
para enseñarnos

a ser de Dios. 


Se hizo mortal,
y atravesando el tiempo
nos volvió eternos.



José Mª Rodríguez Olaizola, sj

 

Hna Gabriela fsp