Esta película tiene todos los ingredientes para ser éxito en la taquilla y ganadora de siete premios Oscars. Historia de un desastre en el espacio, drama, suspenso, efectos especiales, y los papeles protagónicos de Sandra Bullock y George Clooney, pero tiene un ingrediente más. Es la dirección y el guion del mexicano Alfonso Cuarón.
La Dra. Ryan Stone realiza su primera misión a bordo del transbordador espacial Explorer. El astronauta Matt Kowalski, quien está al mando de su última misión, antes de retirarse, la acompaña durante una caminata espacial para reparar el telescopio espacial Hubble. Sucede un incidente con desechos espaciales que deja a la deriva a la Dra. Ryan y a Kowalsky. Ahora deben luchar por volver a una nave espacial que los lleve a la tierra.
Lo que puede parecer otra película más sobre un desastre espacial gracias al guion de Cuarón y su hijo se transforma en otro viaje. La Dra Ryan está acostumbrada a tener toda su vida en orden, el orden de un laboratorio. Al comienzo de la película la vemos empecinada en mostrar que puede terminar su trabajo. Pero este empeño encubre una persona insegura de sí misma y con miedo. En contrapartida el astronauta Matt Kowalski le enseña, en medio del desastre y la muerte, a contemplar con otra actitud la realidad. En los diálogos entre los dos personajes podemos resaltar algunos verbos fundamentales para nuestra vida espiritual. En el espacio comienza el verdadero viaje de Stone es a su propia vulnerabilidad. Es una película que más allá de los efectos especiales nos puede ayudar a reflexionar sobre nuestra vida como un camino donde muchas veces debemos contemplar, escuchar, soltar y creer.
Contemplar: “Tiene que admitir una cosa. No se puede superar la vista” comenta a la Dra Ryan. Concentrada en su trabajo, en sus miedos, en el desastre no logra ver que alrededor la belleza la rodea.
Escuchar: “Así que, ¿qué le gusta acerca de estar aquí? – El silencio.” Desde que comienza el viaje la Dra. Ryan no deja de hablar, pero sus palabras solo buscan tapar el dolor de la muerte de su hija.
Soltar: ¡Dra. Stone debe aprender a soltarse! Tienes que dejar que me vaya, o ambos moriremos.
Creer: “Quiero decir, ¿cuál es el punto de volver? ¿Qué sentido tiene vivir? Tu hija murió. No hay nada más duro que eso. Pero aun así, es una cuestión de lo que haces ahora. Si decides volver, entonces tienes que seguir adelante con eso. Sentarse, disfrutar del paseo. Debes plantar los pies sobre la tierra y vivir la vida.