Andamos por la vida buscando aprobaciones, esperando reconocimiento, buscando aplausos; en realidad mendigamos una mirada que nos confirme en nuestra esencia e identidad.
¿Quién me mira? ¿Qué me miran? ¿A quién le importo? Dejemos de mendigar afectos y abandonémonos, por un instante, en la MIRADA de Aquel que no saca los ojos de Nosotros.
Jesús nos quiere y nos quiere bien, nos descubre entre la multitud, despliega nuestras alas y nos regala la libertad; conquista y reconquista nuestro corazón con el sueño que nos soñó desde toda la Eternidad…
Jesús Ilumina tus pasos, sin encandilarte.
¡Dejate Mirar por Jesús! No olvides que Él te mira bien, vuelve y volverá Siempre por Vos, porque TE AMA…
Equipo Dinamizador de la Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista (PJVR)
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