¿Sequía espiritual?

viernes, 19 de septiembre de
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¿Sabes que es una ‘sequía espiritual? ¿Alguna vez has pasado por una? 


Lo más probable es que creas haber pasado por una e incluso vivir una justo ahora. Sin embargo, una vez me dijo una gran amiga que a su vez le dijo un sacerdote que “sólo los santos atraviesan sequías espirituales” y aunque ciertamente, todos estamos llamados a ser santos… lo más probable es que sólo hallamos perdido el rumbo por un momento, nos desviamos de camino, se nos apaga la fe por un momento, en pocas palabras: nos alejamos de Dios. 

 

¿No les ha pasado que luego de cierto tiempo tiempo sirviendo al Señor, puede ser mucho tiempo o no, simplemente ya no quieren seguir? Nada les parece, no le encuentran el sentido a lo que hacen, no hay ganas de ir a misa, no hay ganas de orar, prefieres no escuchar a ese hermano que se preocupa e insistentemente te dice que no puedes/debes alejarte, empiezas a simplemente omitir los diarios instantes de Dios que se te presentan a lo largo del día. 

 

Si les ha pasado o les pasa… usted se alejó o está alejándode de Dios. Pero un momento, no es ‘nada del otro mundo’ pasar por periodos/etapas así, al contrario, ¡pasa tan seguido! es muy común, y esto gracias a nuestra naturaleza pecadora, humana y debil que de vez en cuando hace que caigamos en la tentación de querer vivir en el mundo y con el mundo, o sea, ser del mundo también. Pero si pueden llegar a ser muy peligrosos; porque el problema no es pasar por el, el problema es quedarte en el, querer vivir con y en el. Y eso pasa cuando nos dejamos ganar por el desánimo y la tristeza que nos atacan con frivolidad y contantemente en esos días, cuando dejar de escuchar a Dios que ¡si te habla y escucha! y empiezas a escuchar a los demonios que te aseguran ‘estas haciendo lo correcto’. 

 

Algunos vivimos constantemente luchando con nuestros propios demonios para no rendirnos ante el mal y vivir en una constante sequía espiritual. Porque si antes de conocer a Dios y su infinito amor, usted era de esas personas que vivía o estaba muerta en vida con profunda tristeza 24/7, pensaba que estaba sola en este mundo, que sus problemas eran los peores de los peores problemas que pudiesen existir así fuesen los más pequeños del planeta… luego del encuentro personal con Dios y un firme deseo de conversión, el demonio atacará primero y justamente allí, en esa ‘llaguita’, convirtiéndose hasta las más pequeñas y sencillas actividades del día en una dura batalla entre lo que quiere Dios para ti y lo que te dice el demonio que hagas.

 

Pero… ¿como salir victorioso de todo esto? ¿como atraversar estás situaciones sin perder un poquito de mi fe en la batalla? ¡Es fácil! Sobre todo porque es luego de estas situaciones que tu corazón estará un poco más abierto a las constantes manifestaciones del amor de Dios, viene de un periodo de oscuridad -de nuevo- y se vuelve loquito con así sea un poquito de luz. 

 

Lo primero que debemos hacer es ¡no dejar de asistir a Misa! ¿Que no te dan ganas? Por eso, precisamente, es que muchas personas se quedan viviendo en tales etapas, porque no es que a ti ‘no te den ganas’ de asistir a  Misa, es que tu alma se encuentra debil por no encontrarle sentido a la vida y el demonio se aprovecha de eso para hacerte creer que no quieres ir a Misa. 

 

Paso 2º ¡Visita a Jesús Sacramentado! Si no quieres decir nada… no digas nada, pero te aseguro: con el sólo hecho de estar ante su presencia, el sólo acostarte junto a Él, sentarte, arrodillarte, como prefieras, cerrar tus ojos y quedarte en profundo silencio tanto físico como espiritual, te ayudará en cantidades industriales. ¿Quien mejor que el mismo Jesús en cuerpo y alma para decirte ‘EY, AQUÍ ESTOY. ¡NO TEMAS!’.

 

Paso 3º ¡No dejes de orar!. Pasa mucho que en momentos así sentimos que ‘nos trabamos’ no nos salen las palabras, no sabemos que decir, como saludar, que pedir porque siempre necesitamos de Dios o que contar. No te preocupes si te pasa esto, hay muchas maneras de orar, tu sólo busca la que más te guste y empieza a caminar de nuevo hacia el amor. Incluso si se te hace muy difícil el orar solo no dudes en buscar ayuda, cuentas también con las oraciones de las personas que te aman, porque en medio de la tormentase nos olvida también que ¡Dios escucha a sus pequeños! solo debemos hablarle. 

 

Paso 4º ¡MARÍA! La más bella de las rosas en el jardín del cielo cumple un papel fun da men tal en tu regreso al camino correcto. Luego del mismo Dios, ¿quien mejor que María para aconsejarte? Con su dulzura, ternura y paciencia, María consigue explicarnos con su testimonio de vida que ¡Dios hace grandes cosas! que con mucha fe y docilidad podremos alcanzar.

 

¿Ves que fácil puede ser vivir algo tan difícil? ¿Notaste que sólo debes estar acompañado de Dios para librar tan dura batalla? 

¡No temas! Dios es juventud, sé reflejo de su luz. 

 

Elena Serrano