La vida

lunes, 8 de septiembre de
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La Vida canta en nuestros sueños, y sueña cuando dormitamos. E incluso cuando estamos abatidos y rebajados, la Vida está en su trono, y muy alta. Y cuando lloramos, la Vida sonríe a la luz del sol, y es libre hasta cuando arrastramos nuestras cadenas.


La Vida es profunda, y alta, y distante; y aunque sólo su más amplia visión puede ver sus pies, la Vida está cerca; y aunque sólo el aliento de sualiento llega a su corazón, la sombra de tu sombra cruza su rostro; y el eco de tu más tenue grito se convierte, en su pecho, en una primavera, y en un otoño.


Sin embargo, cuando la Vida habla todos los vientos se tornan palabras; y cuando vuelve a hablar, las sonrisas de tus  labios y las lágrimas de tusojos también se convierten en palabras. Cuando la Vida canta, los sordos oyen, y se quedan extasiados; y cuando la Vida llega caminando, los ciegos la contemplan, se asombran, y la siguen, maravillados, atónitos.


K. Gibran

 

Oleada Joven