¡Ya está en medio de nosotros, el lejano y temido 2013 llegó! Pasados los brindis de fin de año, queda en el corazón una sensación de algo que termina y algo nuevo que comienza, aunque logicamente no es mágico. Necesitamos unos días para que de verdad nos caiga la ficha de que tenemos una nueva oportunidad y una nueva página del libro de la vida.
Puede que nos agarre un poco de incertidumbre por lo que todavía no vemos, pero hoy queremos invitarte a la confianza. No sabemos lo que viene, y nunca lo sabremos hasta que llegue, y tampoco podemos tener control sobre todo. Siempre hay un plano de los imprevistos, de lo no conocido, de lo que todavía no llega pero esperamos. Y ahí está el desafío y lo que nos llena de expectativas.
Que este sea un tiempo de confianza, sabiendo que tenemos un Padre bueno que nos acompaña desde siempre, que cuida de nosotros y que nos ama profundamente, así como somos. Si viene acompañandonos en cada paso emprendido hasta ahora, por qué suponer que dejaría de estar. Y si Él viene con nosotros ya no hay lugar para el miedo ni para la duda, porque incluso cuando venga el dolor y el crecimiento, "todo obra para bien de los que Él ama". Como el niño juega tranquilo sabiendo que sus padres lo siguen con la mirada, que nosotros nos lancemos a lo que el 2013 traiga con la misma frescura y tranquilidad.
¡Los mejores deseos para este tiempo!
Vení Espiritu Santo, se parte de mi año desde el comienzo.
El nuevo año siempre renueva las esperanzas,
pero también me da un poco de miedo…
No sé que me traerá la vida en este tiempo,
si será felicidad y prosperidad,
o una cruz disfrazada de rutina.
Sea como sea, venga lo que venga
haceme disponible y confiado a tu voluntad.
Yo sé que Sos un Padre bueno,
y que todo es para mi bien.
Te pido que te me reveles como compañero de camino,
que vengas junto a mí en todo lo que viva,
en las personas con las que me toque compartir el año
y en los paisajes donde camine.
Vení Espiritu Santo,
renovame en la confianza,
y haceme descansar en tu pecho.
Sólo en tu amor, mi corazón puede encontrar reposo.
Y confianza… ¡Amén!
De nuestra redacción
MR