Evangelio según San Lucas 5,12-16

jueves, 10 de enero de
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“Mientras Jesús estaba en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró ante él y le rogó: “Señor, si quieres, puedes purificarme”. Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. Y al instante la lepra desapareció.

El le ordenó que no se lo dijera a nadie, pero añadió: “Ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio”. Su fama se extendía cada vez más y acudían grandes multitudes para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Pero él se retiraba a lugares desiertos para orar.”

 

Palabra de Dios
 

 


 

 

Monseñor Hugo Salaberry Obispo de la Diócesis de Azul


  

San Juan nos hace dos recomendaciones, dice: “creer y amarnos”, su mandamiento es éste, dice San Juan respecto del Señor: “Que creamos en el nombre de su hijo Jesucristo y nos amemos los unos a los otros como Él nos ordenó”, entonces creer y amarnos; ¿Creer cualquier cosa? No. También en la misma carta nos hace estas 2 recomendaciones: el no creer a cualquiera que se considere inspirado, es decir, si no debemos creer a cualquiera que en el nombre del Señor profetiza en su nombre; cuánto menos creer en aquellas personas que ni siquiera esperan de nosotros o esperan o desean un bien para nosotros ¿no?, sino sólo muchas veces o dinero, o a cambio de promesas falsas. 


Así que cuando hablamos de creer decimos creer al Hijo de Dios que se hizo hombre, nacido en Belén que ha muerto y ha resucitado; y después nos pone como segunda recomendación o como segunda actitud dice: “amarnos” y el amor para nosotros, tal cual como nos expresa el mismo Evangelio del día de hoy, cuando el Señor se retira a Cafarnaún, después que Juan había sido apresado, dice: “El amor es anunciar al Reino, el amor es enseñar, es proclamar, es sanar, es estar con los afligidos, es estar con los que sufren”; el mensaje del Señor es sumamente consolador, era escuchado y era un consuelo para la gente que lo escuchaba. 

 

Actualmente, cuántos corazones jóvenes están esperando una palabra de ánimo, una palabra de aliento, que sólo un joven a otro joven puede decir…. Entonces en estas dos actitudes el Señor nos resume entre San Juan y Él mismo, nos dicen que las actitudes básicas que podemos tener cotidianamente, creer y amarnos; el Señor nos de estas gracias que le pedimos, al menos por el día de hoy.

 

 

 

 

Oleada Joven