Apuesto a que te ha pasado más de una vez la situación en la que justo en el día en que estás más ataread@, con el tiempo en conteo regresivo, te encontrás con alguien que tiene la re pinta de querer compartir largo y tendido.
Y tus ojos lo miran, pero tu cabeza va a mil pensando que se te está escapando el tiempo. Tal vez hasta te sientas molesto, y sólo acotes “aja, sí, aaaa” porque estás ahí pero “sin estar”.
Ahí decile a Dios en tu interior: “¡hey Dios, Vos sabes! Está bien, te entrego todo lo que tengo que hacer y le dedico con amor éste tiempo a mi hermano. Yo me ocupo de Tus cosas pero Vos ocupate de las mías”.
Después, nos damos cuenta que el Amor siempre te da más.A no ser egoístas con el tiempo, a amar y dejarnos amar en ése encuentro. Por algo se dio ese encuentro, debe haber un milagro ahí que espera ser descubierto…
barrilete
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