Evangelio según San Juan 15,1-8

martes, 30 de abril de
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"Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. Toda rama que no da fruto en mí la corta. Y todo sarmiento que da fru to lo limpia para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado, pero permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Un sarmiento no puede producir fruto por sí mismo si no permanece unido a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí. Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran y se seca; como a los sarmientos, que los amontonan, se echan al fuego y se queman.Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos."


Palabra de Dios

 

 


 

P. Andrés Peirone Sacerdote Salesiano de Don Bosco

 

 

Hoy la Iglesia nos regala el Evangelio de San Juan en el capítulo 15, es ese texto que ya conocemos mucho y es tan bonito… Jesús nos dice que Él es la vid, la verdadera vid, que el Padre es el viñador, nosotros somos los sarmientos, esas ramas de la vid, y el Padre es el que va podando esas ramas para algo, las poda para que den más fruto, para que puedan tener más vida, para que pueden realmente crecer bien. Es un gesto de amor ,cuidado y atención del viñador, aunque a veces no cueste esa poda, pero siempre es para bien.

 

 

Hoy la Palabra llega a nosotros mostrándonos en nuestra vida, como tenemos que sentirnos en relación con Dios. Cada cosa que nos pasa, cada signo de crecimiento y cada momento de poda, siempre son acompañados por el viñador, por este Dios que está cercano a tu vida y a mi vida, y que nos pide que demos fruto y que nos animemos a vivir totalmente abrazado de Jesús, que es la Vid.

Que hoy nosotros podamos vivir así, amén!

 

Oleada Joven