No den lo que es santo a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues podrían pisotearlas y después se volverían contra ustedes para destrozarlos. Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos: ahí está toda la Ley y los Profetas. Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la ruina, y son muchos los que pasan por él. Pero ¡qué angosta es la puerta y qué escabroso el camino que conduce a la salvación! y qué pocos son los que lo encuentran.
Palabra de Dios
P. Gabriel Camusso
En el Evangelio del hoy Jesús nos ofrece tres caminos para vivir de un modo nuevo. El primero suena un poco desconcertante “no den lo santo a los perros” pareceria que en el contexto de los primeros cristianos este dicheo se referia a la conveniencia de no anunciar el secreto del Reino a a quellos que con toda seguridad lo van a rechazar o se van a reir
En nuestro contexto, en nuestra realidad, estas palabras de Jesús nos previene contra lo superficial de la experiencia cristiana ¿no te parece que en ocasiones hablamos de Jesús hablamps de si palabra de cualquier manera y hasta a veces imprudente? Aunque tengamos buenas intenciones. Es de experiencia común que las cosas que nos importan las comunicamos solo cuando se dan las condiciones de respeto y de acogida.
Por eso en nuestra vida cristiana, en nuestra relación con los demás en nuestro deseo de anunciar el evangelio, tenemos muchos amigos algunos de ellos cerca ce Dios, otros lejos, otgros indiferentes. Para comenzar el anuncio de la buena noticia para cada uno de ellos, siempre es importante en primer lugar hacerlo con gestos concretos de amor; luego el anuncio y la palabra de Dios surgirá sola. Luego habrá oídos ya cautivados por el amor, por el detalle, por la sencillez, por la dulzura de nuestros gestos.
El segundo camino se refier al tipo de ralciones entre nosotros, “traten a los edmás como quieren que ellos los traten”. Es una manera ética de formular la primacia del amor en nuestra vida. No es la única quizaás, nos es tal vez la expresión más rica “traten a los edmás como quieren que ellos los traten” pero en terminos humanos resultan muy comprensibles. Todos queremos ser tratados bien, queremos que se respeten nuestros derechos, nuestra fama, queremos que nos comprendan, que nos perdonen nuestros errores. Queremos que nos ofrezcn nuevas oportunidades.
Sin embargo cuando pensamos en los demás no solemos aplicar estos principios. Nos cuesta meternos en su piel y sentir como ellos. Hagamos una prueba sencilla, pensemos en las personas que conocemos, en aquellos que viste hoy, que viste en estos últimos días y que de pronto, según tu juicio, te caen antipáticos ¿cómo te gustaría que te traten a vos si fueras una de esas personas? Cambia la manera de pensar en ellas, la manera de pensar cómo voy a actuar respecto de ellas cuando las encuentre.
Que interesante es reflexionar a la luz del Evangelio alguna alternatica distinta para tratarlos de ahora en más para llegar con un corazón nuevo a ese corazón que nos parece que está endurecido
El tercer camino “entrar por la puerta estrecha” no hace referencia a que son pocos los elegidos para el cielo. Dios quiere que todos los hombres se salven. Jesús, sin lugar a equivocos, nos deja claro ésta realidad : Él quiere llegar con su palabra a todos los hombres. ¿Donde está el secreto? Contra poner puerta estrecha con puerta ancha no es otra cosa que marcar la vida de quienes buscan la voluntad de Dios de quienes se contentan con realizar su propia voluntad según su propio egoísmo. Pero esto nada tiene que ver con un Dios tacaño, un Dios que regala su vida, su gracia a cuenta gotas. Él da su vida en abundancia.
¿Te animás a pensar en este día por qué puerta y camino estás marchando últimante? ¿Te animás a marchar por el camino de Evangelio, de la vida plena, del amor de Dios?
Que Dios te bendiga