Evangelio según San Lucas 17,5-10

viernes, 4 de octubre de
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Los Apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El respondió: “Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, ella les obedecería.

Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: ‘Ven pronto y siéntate a la mesa’?¿No le dirá más bien: ‘Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después’?¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?

Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: ‘Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber’“.


Palabra de Dios





Reflexión del P. Raúl Gómez sacerdote de la Parroquia Santa Rosa de Lima de la Diócesis de Mendoza.


Hola chicos, hola seguidores de Cristo. Nuevamente estamos unidos para reflexionar, la palabra, que el Señor nos regala en este domingo veintisiete del evangelio de San Lucas. Importante destacar que el Señor nos invita hacer hombres y mujeres de Fe. En este año de la Fe, los apóstoles, le piden a Jesús que aumente su fe y, Jesús, les dice: “que su Fe tiene que ser como el tamaño de un grano de mostaza”. Aun que sea pequeña cuando crece se convierte en un gran arbusto que cobija a todos.


Desde la Fe, podemos ser realmente, verdaderos discípulos, verdaderos servidores del Señor. Podemos llevar a cabo la misión que nos ha confiado y, sobre todo podemos, ser hombres y mujeres del perdón.


Porque comienza el evangelio, diciendo: “estas palabra de Jesús a los discípulos, si tu hermano peca repréndelo, si se arrepiente perdónalo. Si peca durante siete veces al día perdónalo”.


Es por eso, que en este día, podríamos quedarnos con esta palabra que el Señor nos regala. Meditarla en nuestro corazón y pedirle que nos ayude a poder tener una actitud más misericordiosa con nuestros hermanos que caminan a nuestro lado. Y sobre todo, que podamos dar testimonio de la Fe que hemos recibido de parte del Señor. Para poder ser buenos y mejores servidores.


Termina el evangelio, diciendo estas palabras de Jesús: “así también ustedes cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestros deber”.

Es cierto somos simples servidores y, el Señor, nos invita a ser cada día mejores servidores y seguidores y anunciadores del Reino.


Bueno que el Señor te acompañe, que el Señor sea tu luz y tu guía. Recuerda que podamos ser cada día mejores hombres de Fe, hombres del perdón y hombres del servicio.





 

Oleada Joven