Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: ‘Ven pronto y siéntate a la mesa’?
¿No le dirá más bien: ‘Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después’?¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: ‘Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'”.
Palabra de Dios
Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno
Queridos oyentes de Radio María, queridos muchachos y chicas. Hoy el evangelio nos habla precisamente la Palabra de Dios de la dignidad del servicio y en esto, que bueno recordar lo que nos dice el Papa Francisco:”Lo que Jesús nos enseña es primero a encontrarnos y en el encuentro ayudar”. Esto lo dijo el Papa en la fiesta de San Cayetano de este año del 7/8/2013 continua el Papa, necesitamos saber encontrarnos, edificar, crear, construir una cultura del encuentro. Tantos desencuentros, líos en la familia, en el barrio, en el trabajo, en todos lados y los desencuentros no ayudan.
“La cultura del encuentro”, dice el papa, salir a encontrarnos, sobre todo con los más necesitados, con aquellos que necesitan más que yo, con aquellos que están pasando un mal momento, momentos muchas veces peores al que puedo estar pasando yo. Siempre hay alguien que la pasa peor.
Vayamos al encuentro de los más necesitados, con Jesús, los necesitados, los que más necesitan, tu corazón cuando se encuentre con el que más necesita, se va a empezar a agrandar, porque el encuentro multiplica la capacidad del amor. La dignidad del servicio.
Somos servidores y nuestro amo es el Señor del universo, Él da dignidad a nuestro servicio, lo hace fructificar y Él mismo se presenta como servidor, nosotros queridos jóvenes debemos vivir como Él nos mostró, sirviendo a los demás, muchas veces tenemos la tentación del autismo, de quedarnos encerrados en nosotros mismos, en nuestro mundo, en nuestras preocupaciones. Muchas veces también esclavos de nuestros propios horizontes o ambiciones.
Que importante es que estemos siempre abiertos a que la felicidad nos la da el servicio, es decir, estar disponible para el otro, para los demás, para aquellos que más lo necesitan. Esto nos llena el corazón de paz, de alegría, como recién yo les leía, que dice el papa Francisco, esto nos llena el corazón, en el fondo, ¿Qué es lo que nos dice Jesús?
Allí, donde este tu tesoro, allí estará tu corazón.Por eso, queridos hermanos y hermanas, sepamos ver, constantemente y analizarnos detrás de qué andamos y cuando nuestro horizonte excluya el servicio, en el fondo estamos mal, estamos centrados, en nosotros mismos, es decir, descentrados, porque sacamos al Señor y al hermano del centro de nuestra vida.
Que el Señor los bendiga, que el Señor los acompañe, que el buen Señor les de la gracia que mas necesiten, para vivir plenamente esto que nos hace auténticamente personas y profundamente seguidores de Jesús en el evangelio, el servicio.