El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: “Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido!”.
También los soldados se burlaban de él y, acercándose para ofrecerle vinagre,le decían: “Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!”.Sobre su cabeza había una inscripción: “Este es el rey de los judíos”.
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: “¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro lo increpaba, diciéndole:”¿No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que él?Nosotros la sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero él no ha hecho nada malo”. Y decía: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino”.
El le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
Palabra de Dios
Reflexión del P. Raúl Gómez sacerdote de la Parroquia Santa Rosa de Lima de la Diócesis de Mendoza
Hola a todos los oyentes de Oleada Joven, todos los jóvenes de todo el país. Bueno nuevamente nos congrega el evangelio en este día. Día solemne, como es el día de Jesucristo Rey del Universo con el cual se cierra el Año de la Fe que comenzó en octubre del 2012. Y, concluye, inicialmente el Papa Benedicto XVI da comienzo de este Año de la Fe y retoma el Papa Francisco este año de la Fe y, sobre todo, lo concluye ahora el día de Cristo Rey, en este día.
Bueno, qué podemos decir de este evangelio. Primero que nada, ubicarnos en la escena bíblica que nos relata San Lucas. San Lucas que presenta a Jesús crucificado y el pueblo que permanecía y miraba allí. Los jefes, por un lado se burlaban y murmuraban sobre Jesús. Sobre el hijo de Dios que en definitiva ellos no pudieron reconocerlo como el hijo de Dios. Sin embargo, ante esa escena también aparecen los ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Uno reprochándole, ya que si se hace llamar hijo de Dios que se salve a sí mismo y, el otro pidiéndole al Señor. Señor: acuérdate de mí cuando estés en el paraíso y Jesús que confirma ese pedido de este ladrón. De este hombre que estaba pagando una condena. Sin embargo, Jesús como dice San Pablo: “siendo justo padeció la injusticia de los hombres y se hiso cargo del pecado de los hombres y de la humanidad”.
¿Qué podemos decir de Cristo Rey? Que Cristo quiere reinar en el corazón de cada uno de nosotros. Quiere reinar con su justicia, con su paz, con su alegría, con su bondad. Jesucristo Rey quiere reinar también en cada lugar, en cada comunidad, en nuestro país, en el mundo. Jesucristo quiere reinar con su sencillez, con su humildad. Por un lado, la realeza de Jesús es contraria a la realeza que ofrece la monarquía. La realeza de Jesús tiene que ver con el servicio. El servicio que se ofrece se dona hasta con la propia vida como lo hace Jesús. La realeza de Jesús comienza en un pesebre en un lugar humilde sencillo, podríamos decir, el último lugar que Jesús eligió para reinar. Un lugar donde nacen los animales Jesús el hijo de Dios nació allí para reinar.
El mensaje nos deja a nosotros es la humildad, la sencillez sobre todo, un camino y una vida entregada que se refleja en la escena de la cruz. Que para nosotros como creyentes no termina en la cruz sino que se plenifica con la resurrección.
Por eso queridos jóvenes, queridos seguidores de la radio y de la página Oleada Joven. Bueno invitarlos que podamos dejar que Jesús sea el Rey. El rey de nuestra vida pero sobre todo el rey de nuestro corazón. Sabiendo que cuando nosotros dejamos reinar al Señor en nuestra vida, en nuestra historia la situación y todos nuestros sueños y proyectos toman un curso distinto.
Por eso pidámosle al Señor en este día que sea el rey del universo que podamos entender su mensaje y, sobre todo que podamos llegar a tantos hermanos que hoy quizás estén un poco alejados del camino.
Que esta solemnidad sea el motivo del regreso del encuentro con el Jesús que es camino, verdad y vida.
Bueno que el Seños los acompañe en esta semana que esta palabra sea luz y guía para cada uno de ustedes.