Evangelio según San Mateo 21,23-27.

lunes, 16 de diciembre de
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Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?”.

Jesús les respondió: “Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. ¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?”. 


Ellos se hacían este razonamiento: “Si respondemos: ‘Del cielo’, él nos dirá: ‘Entonces, ¿por qué no creyeron en él?’. Y si decimos: ‘De los hombres’, debemos temer a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta”.

Por eso respondieron a Jesús: “No sabemos”. El, por su parte, les respondió: “Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto”


Palabra de Dios


 


 

P. Javier Soteras Director de Radio María Argentina


(…)Los sencillos son los únicos capaces de entender el misterio, y los interlocutores de este pasaje no demuestran esa actitud de sencillez y humildad. Como responsables religiosos ellos deberían diferenciar los verdaderos de los falsos profetas y no solo se no logran hacerlo, sino que en ellos queda al descubierto la incapacidad para ejercer la autoridad que dicen tener. Jesús, una vez más, ha puesto al descubierto sus corazones. (…)


La autoridad que Jesús viene a ejercer no nace de un corazón soberbio, ni de una imposición por la fuerza, sino por la presencia del amor del Padre en su corazón humilde y sencillo, abierto al misterio de comunión plena entre Él y el Padre. (…)


Es llamativa la manera de poner orden que tiene Jesús, porque no se reviste con el ropaje de las autoridades despóticas de su tiempo (religiosos y políticos). Jesús lo hace, siendo Él mismo Hijo de Dios, como un peregrino que va entre la gente, que humildemente se vincula con todos, con un corazón abierto, dispuesto a dejarse cuestionar por el dolor, la enfermedad, el hambre, la necesidad de los hermanos. (…)


La autoridad de Jesús brota de su profunda coherencia entre su sentir, su decir y su hacer. Toda la persona de Jesús es de una gran coherencia y esto es lo que permite que su testimonio tenga validez, sea atractivo y despierte la credibilidad. Los que ejercen su autoridad desde el poder son obedecidos por temor o por presión, pero no por el peso propio. (…)


¿Qué actitudes soberbias debes desechar en tu vida?¿Estás abierto al mensaje de Jesús, o simplemente lo escuchas y no intentas ponerlo en práctica?


¿Qué aspectos debes corregir en tu vida para que sea coherente con tu sentir, tu decir y tu hacer?

 

Oleada Joven