Espíritu Santo, seguí soplando con el fuego de tu amor, Vení a reencender tantos fuegos que llamean en el corazón de la Iglesia, en medio de la tensión entre tradición y cambio, entre estabilidad y transformaciones, entre la solidez de lo que siempre se ha hecho y la pujanza de tiempos nuevos que urgen un un grito de cambio.
Vení a reencender los corazones con el fuego que puede encender tibiezas, calentar lo gélido y eliminar rastrojos. Vení con ese fuego que marca el camino en medio de la tormenta. Soplá en los corazones con ese fuego contrario a autoritarismos convertidos en dogma, fuego contra la cháchara que prescinde de la verdad en nombre de la opinión.
Soplá en los corazones con fuego que ha de iluminar estancias oscuras, fuego que nos ayude a descubrir formas nuevas de comprender el evangelio de siempre. Vení con tu fuego, Espíritu Santo, haz arder nuestros corazones con esa llama nacida en el corazón del mismo Dios.
Adaptación texto de José María Rodríguez Olaizola, sj
fuente: www.pastoralsj.org.ar