Señor, hoy no vengo con pensamientos profundos, ni palabras bellas, ni con un poema o una canción…
Vengo a pedirte, simplemente, que vengas y te quedes a mi lado, que actúes a pesar de mí.
Me siento alejado, me cuesta encontrarte, no puedo generar un espacio para orar y estar con Vos.
Pero sé que me hace falta Tu presencia, sé que necesito de Tu Amistad y todo lo que en ella me regalás: paz, sabiduría, esperanza, fuerza, voluntad… Amor.
Por eso, simplemente te traigo esto: mi debilidad para darte el lugar que quiero que tengas en mi vida y mis ganas de que estés acá y ahora conmigo.
Vos sabés lo que tengo en mi corazón mejor que yo. Hacelo tuyo, tómalo, transformalo.
Así, de a poco, sé que iré llegando a donde Vos me querés llevar.
Amén