Padre, me doy cuenta de que mi manera de reaccionar en este mundo y de responder a mis hermanos no es la que Tu Hijo nos enseñó. Por más que quiera seguir Su ejemplo, noto que me cuesta devolver una respuesta cariñosa, una mirada de amor, una sonrisa paciente…
Por eso hoy quiero pedirte que me concedas la gracia de poder actuar como Tu Hijo lo hace, y así…
Que no me enoje ante el enojo; Que no me enorgullezca ante el orgulloso; Que no me entristezca con la tristeza, Ni me deprima con el deprimido
Que al impaciente traiga paciencia; Que al estresado traiga descanso; Que al malhumorado traiga la risa; Que al lastimado, sanación.
Que hoy responda con alegría, Y que en todo ponga tu Amor; Que yo Te siga en este día; Que sean Tus Palabras las de mi voz…
Y así, ante todo lo que no viene de Vos en mi vida, Pueda responder como lo haría Jesús.
Amén.