Señor, en esta Cuaresma te pedimos nos concedas un corazón amplio como las estrellas del cielo: vigilante, para que ninguna curiosidad lo aparte de vos; noble, para que ninguna influencia lo envilezca; recto, para que ninguna mala intención lo desvíe; firme, para que ninguna preocupación lo debilite; libre, para que ningún afecto lo esclavice; sincero, para que nunca se aparte de la verdad; humilde, para que no se torne prepotente; pacífico, para que ninguna ofensa lo haga violento; confiado, para que las dificultades no lo dejen sin esperanza; alegre, para que no le aneguen las lágrimas; creyente, para nunca se olvide de Vos.
Amén
Fuente: Pastoral salesiana