Señor, me has hecho saber que Vos ves en el secreto,
que no me hace falta deshacerme en palabras para que conozcas
lo que tengo en el pensamiento, lo que tengo en el corazón.
Me has dicho que Vos sabes bien de qué tengo necesidad,
incluso mejor que yo mismo.
Aquí me tienes, Señor, con mi corazón ante ti,
con mis necesidades delante tuyo.
Señor, por unos instantes, y en este silencio de hoy
pongo mi vida a tus manos.
Confío, Señor, todas mis esperanzas a tu amor.
Amén
Pastoral Salesiana