Creo en la Cuaresma y en la oportunidad que nos da para renovar nuestras fuerzas y nuestras voluntades. Creo en este camino ilusionante y exigente que me acerca a la Fiesta de la Reconciliación. Creo en todos los propósitos que hago para vivir una Cuaresma diferente y a no malograr otro año, el camino que se nos ofrece.
Creo en la Pascua de Vida, sentido último de nuestro caminar. Creo en su memoria y en el impulso que me da para ser Luz, Fuego y Agua para nuestros hermanos. Creo en la Cruz y me siento agradecido por su sacrificio y desligado de mis debilidades. Creo profundamente que lo hizo también por mí sin exigirme ninguna respuesta. Creo que la Pascua me hará abrirme a Él y me impulsará a esparcir sus frutos y su vida.
Creo en la Iglesia, con mayúsculas y minúsculas. Una iglesia de hombres y mujeres libres, felices y comprometidos. Creo en la iglesia que es luz en la oscuridad
y altavoz de los que no pueden hablar. Creo en esta comunidad de personas tocadas por el Amor de Dios que se reúne para fortalecerse y se alimenta de la Palabra que da vida. Creo en todos los hombres que luchan por la iglesia universal y el Reino sin esperas.
Creo en Jesús, que confía infinitamente en nosotros.
Él nos comprende y nos espera, nos anima y nos refuerza. Creo en su Amor y esta creencia nos revitaliza. Creer en Él, me hace creer y confiar en mí mismo y me anima a colaborar en la construcción del Reino. Me siento tan amado que confío en Él y me lanzo!
Amén