Una esperanza verdadera

miércoles, 25 de septiembre de
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Señor, una vez más estoy delante de tu misterio,
estoy constantemente envuelto en tu presencia
que tantas veces se torna en ausencias de tú presencia.

 

Mirando el inmenso mundo de la tierra de los hombres
tengo la impresión de que muchos ya no esperan en Ti.

Yo mismo hago mis planes
trazo mis metas y pongo las piedras de un edificio
del cual el único arquitecto parezco ser yo mismo.

 

Hoy día los hombres somos muchas veces unas criaturas
que nos constituimos en esperanza de nosotros mismos.

Dame Señor la convicción más profunda
de que estaré destruyendo mi futuro
siempre que la esperanza en Ti no estuviere presente.

 

Haz que comprenda profundamente que,
a pesar del caos de cosas que me rodea,
a pesar de las noches que atraviezo,
a pesar del cansancio de mis días mi futuro está en tus manos
y que la tierra que me muestras
en el horizonte de mi mañana será más bella y mejor.

 

Deposito en tu misterio mis pasos y mis días
porque sé que tu Hijo y mi hermano venció la desesperanza
y garantizó un futuro nuevo porque pasó de la muerte a la vida.


Amén




 

 

 

 

Maria Carolina Chahin